martes, junio 30, 2009

ALgunas me quieren y otras no

y a otras les pego en los lentes, cuando quiero tocarles la frente.
Tengo que buscar el Manual de acoso y derribo (en algún lugar lo encontraré). Mientras tanto, Boris Vian dice: "lo primero que hay que hacer al entrar a una surprise-partie es ver si hay mujeres disponibles”. Y las posibilidades son:

A) no hay una sola chica linda

A1) la surprise-partie está bien organizada: entonces, a pesar de no haber chicas lindas, hay muchas bebidas alcohólicas.

A2) la surprise-partie está mal organizada: por lo tanto usted tiene que irse llevándose un mueble como desagravio.

B) Hay chicas lindas pero las tienen entre manos

B1) si usted está solo y en su casa, hágalo tomar, impidiendo que su compañera, a la que usted desea, tome mucho o cerca de él, y evitando también que usted mismo tome tanto como él. Agregue en su vaso mucho oporto, tinta y ceniza de cigarrillo, y llévelo a vomitar.

B1.1) en las piletas si sólo tomó.

B1.2) en los inodoros si comió masas porque los pedazos de manzana taparían la pileta.

B1.3) afuera, si usted tiene un jardín y, sobre todo, si llueve.

B2) si usted está en casa del individuo que estorba a la que usted codicia, trate de eliminarlo de la siguiente manera:

B2.1) provocando una inundación.

B2.2) tapando el baño.

B2.3) emborrachando a morir, por uno de los métodos mencionados arriba, a un amigo íntimo del dueño de casa.

lunes, junio 22, 2009

La resaca del aviador



Beber como cosaco, llorar como magdalena, y Calamaro. Debería estar prohibido que se acaben los días así (qué más quisiera que pasar la vida entera). Justo en el regreso, mientras sentía que me moría -y poco faltó para eso-, pensaba en cuál va a ser la última visión que tenga en la vida, lo último que quedará registrado por los ojos. Era horrible –o poco elegante- que fuera una carretera y seguro también hubiera sido poco elegante –u horrible- que me muriera cuando Donde manda marinero. Me fascina vivir así –gracias Manuel, por la frase-.